Recobras el paso firme en tu ciudad nocturna. Las hormigas duermen y las aves rapaces pasean sus trajes perlados entre local y local. Hay risas parapetadas tras las puertas de cristal y brillos gélidos en las desafiantes miradas. Luces de colores, coches veloces con puerto lejano, ajetreo trepidante y ampuloso. Noche. Con ojos cansados rebuscas en la ironía y la inocencia abandona el hogar por un instante. Es mejor escapar y refugiarse entre mantas de coral, junto a un mar de sal rebosante de alegría verdadera. Noche.
Javi Kutambarara.
3 comentarios:
Cuantas noches he disfrutado....
Son mágicas.... únicas...
Hoy prefiero la paz de los días soleados...
Y las noches en silencio frente al mar...
Mmmmmmmmm, me encanta la noche, caminar sola por la orilla del mar, viendo el reflejo de la luna.
Un beso
¡Qué puedo decir? Mis noches son las de la última frase. No estoy ya en edades, jajajaja
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